
Huachipato y Universidad de Concepción repartieron honores en terreno acerero. Para el local marcó Leonardo Monje, mientras que el empate lo convirtió Roberto Ordenes mediante lanzamiento penal.
La postal era perfecta. Leonardo Monje, en el minuto 68, fabrico una jugada de antología, sorteó rivales, pisó el balón en plena área universitaria y definió a lo crack. No había mejor expresión de fútbol para despedí r el estadio Las Higueras y darle la bienvenida a la modernidad con el rótulo de Estadio Cap. Los acereros se frotaban las manos ante el idílico paisaje. Pero la universidad de Concepción se adiestró para humedecer la tiesta y, con maquinaría pesada, embarró los festejos, igualó el partido, insertó a Roberto Órdenes en la historia del recinto y se llevó la Copa Municipalidad de Talcahuano.
ARRANQUE PAREJO
El primer tiempo fue totalmente equilibrado. Mientras Universidad de Concepción se acercaba al pórtico del debutante Nery Veloso, Huachipato respondía casi con los mismos argumentos. Ordenes remató a los 10, pero César Cortés devolvió la mano a los 16. Leonel Mena y Gustavo Lorenzetti también complicaron a la zaga local, aunque fue Gamadiel García el que estuvo más cerca.
El Campanil tenía el control del juego con Meneses muy activo por la banda diestra y Lorenzetti apoyando. Pero nunca obtuvieron el acoplamiento con Femando Giménez y de Julio Cesar Laffatigue.
DESPERTÓ EL ACERO
En el complemento, Huachipato entró más activo. Antes del minuto. Cortés no llegó a una pelota cedida por García, y, después, Rebolledo tuvo poca elasticidad para definir tras una "peinada” de Monje. A los 65’, la "pulga atómica" avisó mediante tiro libre y, tres mi ñutos más tarde, esculpió su joyita de la tarde.
Pero Huachipato cometió un error y la Universidad de Concepción explotó una gran virtud. Mientras los acereros bajaron la presión y comenzaron a manejar la escueta diferencia, el Campanil sacó un segundo aire y aniquiló los festejos.
A 10 del final, Meneses habilitó a Juan Cabral y el portero Veloso lo frenó con falta dentro del área. Y Órdenes no perdonó.
Más encima, un minuto después, fue expulsado Monje por reclamar un cobro y el partido cambió de color. Pero la presión estudiantil se disipó con la expulsión de Órdenes, después que alegó inocencia. Las Higueras cerró sus puertas con un amargo gusto a poco.
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