Ariete guaraní entró por Vargas, anotó un gol, le cobraron un penal inexistente y lo expulsaron.
Pese a que ayer apenas jugó 21 minutos en la derrota de la Universidad de Concepción por 2-1 ante Audax Italiano en la capital, el ariete paraguayo Otelo Ocampos fue centro de atención del partido, donde los penquistas lograron un resultado injusto.
Cuando iban 24 minutos, y los pupilos de Jorge Pellicer dominaban las acciones, creándose varias opciones claras de abrir el marcador, Gabriel Vargas tuvo que salir lesionado, entrando en su lugar el guaraní, quien apenas seis minutos después aprovechó una habilitación de Julio César Laffatigue para poner el 1-0.
Pero a los 43' vino una gran injusticia. Tras un tiro de esquina el mismo Ocampos sacó una pelota de la línea de gol con el muslo, pero el árbitro asistente le indicó al juez Manuel Acosta que había sido con la mano. Tras largos minutos de discusión, Acosta le mostró primero erróneamente la tarjeta roja a Fernando Giménez, y luego corrigió para mandar a las duchas a Ocampos, quien no tuvo más remedio que hacer caso, más allá de que se trataba de un evidente error.
El ex Huachipato Cristián Reynero se encargó de poner la paridad con el penal.
En el complemento, a la Udeconce le costó aguantar a su adversario, quien aprovechó el hombre de más y se fue al ataque para conseguir el gol del triunfo y que le permitiera mantener el liderato.
El mismo llegó a los 69' cuando el argentino Matías Quiroga pivoteó un centro para Cristián Canío quien batió al meta Franco Cabrera y decretó la derrota de los penquistas. Una derrota que a todas luces resultó una injusticia.
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