
Cuadro auriazul fue mucho más que Coquimbo, tanto en la ida como en la revancha de ayer en Collao. El 5-1 global lo deja en Primera.
Las promociones son para los universitarios. Y así, con holgura, la Universidad de Concepción se quedo con una llave que, desde el principio, no fue muy bien vista. El 3-1 de ayer fue la confirmación de aquello.
Los del Campanil esperaban a un cuadro pirata más fuerte. Sin embargo, los coquimbanos, que ya venían desgastados tras jugar anteriormente con Municipal Iquique por el ascenso directo, sólo fueron de temer durante el primer tiempo del pleito de ida (disputado en La Pampilla y que sería victoria por 2-0 de los estudiantiles).
Y sería la continuación del festín auriazul. Es más, a los 2 minutos ya avisaba Gabriel Vargas. Mientras, los forasteros se aproximaron a los 20' con un remate de Felipe Flores.
Parecía que el gol estaba para cualquiera. Hasta que Gustavo Lorenzetti -maltratado todo el partido por sus rivales-, alargó por la franja derecha para Fernando Meneses, quien centró rasante para la aparición a bocajarro de Julio César Laffatigue. El argentino puso el 1-0 a los 21'.
Tras la apertura de la cuenta el ritmo fue totalmente controlado por la UdeC. Lorenzetti pudo alargar cifras a los 32' con un cabezazo que fue manoteado por el portero Daniel Ferreyra.
A poco del final del lapso inicial, Vargas le robó una pelota a Rodrigo Rain, la cedió para Laffatigue, quien se la devolvió al "Gabo". Este último vio a Mauricio Aros, quien se deshizo del balón al pasarla, otra vez, a Vargas. Fernando Meneses se aburrió del conflicto y disparo. Gol y 2-o a los 43'.
Al inicio del segundo tiempo, Coquimbo hizo dos variantes, quedando con tres delanteros. Nada le importó a los universitarios: centro de Meneses, pivoteo de Laffatigue y aparición sobre la línea de Vargas. Premio para el mejor artillero del Campanil a los 46'.
El 3-0 no resistía mayor análisis. Los piratas no eran magos para meter seis goles en 40 minutos. Sí tendrían el premio al esfuerzo a los 86' con el descuento de Alfredo Calderón tras cesión de Felipe Flores. El 5-1 global demostró que los universitarios no debieron estar nunca en esta situación. A releer los libros.
elsur.cl